Mario Paniagua: el Quijote de la radio
- Nathaly Arbizú
- Oct 29, 2018
- 5 min read
Updated: Oct 10, 2019
Desde los 15 años, Mario David Paniagua Saravia es uno de los encargados de Radio Panamericana, una estación fundada por su padre que, en la actualidad, apenas obtiene ingresos. El medio solo ha sobrevivido por los aportes económicos de oyentes altruistas que se solidarizan con la situación del medio.
Paniagua Saravia siempre sintió un gran amor por la radio que sus padres comenzaron un 15 de septiembre en un local rentado en la zona 1 de la capital, en donde antes había una panadería. Jaime Paniagua Salvatierra, su padre, se enamoró de la radio y la locución cuando trabajó en la estación nacional “TGW, La voz de Guatemala”. El oficio le gustó tanto, que quiso iniciar su propia radio.
“Ese jueguito tuyo va a durar unos nueve meses” le decían sus amigos.
Sin embargo, la estación acaba de cumplir 71 años de estar al aire, y todo gracias a Mario David Paniagua. Él, junto a su mamá, María Antonieta Saravia, fueron quienes continuaron la transmisión de la radio desde el suicidio de Jaime Paniagua.
A las 8 de la mañana del 15 de marzo de 1965, “Pan y Agua”, como era conocido Paniagua Salvatierra por su audiencia, se despidió de su público al final de su programa más famoso: El Reloj Musical.
“Amigos: Pan y Agua se despide de ustedes. Y esta vez por largo tiempo, siendo este el último programa de El Reloj Musical que se transmite, pues, amigos, me voy de vacaciones. Sí, Pan y Agua se va de vacaciones…” dijo al final del programa.
Esa misma tarde, unos minutos antes de las 3 de la tarde, se dirigió al Puente Belice en su Chevrolet Impala celeste. Un cuarto de hora después, se lanzó desde ahí. El impacto acabó instantáneamente con su vida, dejándolo con la columna vertebral destrozada así como a su cráneo. Su cuerpo rodó hacia el río Las Vacas y ahí fue recuperado por las autoridades.
Al día siguiente, el mundo mediático estaba de luto. El diario El Gráfico ponía en su portada: “Ayer se suicidó Jaime Paniagua Salvatierra”. Asimismo, Prensa Libre titulaba: “Dramático fin de Jaime Paniagua Salvatierra” y también, el periódico La Hora presentaba el subtítulo: “Consternación en las filas del periodismo nacional. Duelo en la radiodifusión nacional.”
No se sabe la razón por la cual Paniagua Salvatierra decidió quitarse la vida. Al menos, en ese entonces, Radio Panamericana no tenía problemas económicos, pues era una de las estaciones más populares e incluso una cadena radial.
Además de Radio Panamericana, Radio Marconi y La Voz de la Marimba; contaba con la primera radio juvenil de Guatemala, Radio 9-80, la cual era muy popular entre los jóvenes de la época.
En cambio, en la actualidad, Radio Panamericana enfrenta grandes problemas económicos de los cuales, Mario David Paniagua Saravia, el último del linaje, se encarga.
“Todos los días pienso en cerrar la radio” cuenta Paniagua Saravia. “pero Dios nos ampara y nos ayuda” añade, señalando hacia arriba.
La estación, que continúa transmitiendo en la 1030 Amplitud Modulada (AM), tiene un ingreso mensual de aproximadamente Q35 mil.
Ileana Archila, ex vicepresidenta de Emisoras Unidas, un medio radial importante en Guatemala, con 53 años de existencia, calcula que para mantener una radio musical como los es Radio Panamericana, se necesitan como mínimo alrededor de Q150 mil mensuales.
La Frecuencia Modulada (FM) fue introducida en Guatemala a finales de los años 60. Como la calidad del sonido que este formato presenta es mayor a la AM, varias estaciones empezaron a migrar a estaciones FM, y con ellas, los anunciantes y patrocinadores.
Doña María Antonieta, realizó las gestiones para obtener una estación FM a finales de esa década. Pero alguien le pidió una comisión para otorgársela y ella se negó.
Cuando Mario David llegó a ser el director general de la radio en 1985, la estación ya tenía varios problemas económicos principalmente porque casi no tenía anunciantes. Por lo tanto, nunca ha podido comprar una estación FM.
Hoy, el precio de adquisición de una estación FM no es menor a Q2 millones.
La crisis comenzó en 1968, cuando se dio por terminado el programa juvenil de la 9-80, estación que se vendió el mismo año. Sin embargo, su más grande crisis fue en 2004, con la popularidad de los aparatos de música portátiles y el internet, así como por ciertos arreglos que tuvieron que hacer a su torre de transmisión.
Radio Tic-Tac, que era parte de Radio Panamericana, se desligó de esta hace tres años, haciendo que la estación, perdiera aún más ingresos.
“He intentado de todo para hacer que la Radio genere dinero”, expresa Paniagua Saravia. En 2011, decidió hacer un museo de la radio en las instalaciones, para que las personas llegaran a visitarlo y escucharan la estación. También le ha planteado a cafés en Guatemala que construyan una de sus sedes junto al edificio de la estación, pero todas se han negado.
En un esfuerzo para generar más ingresos, el año pasado inició una academia de comunicación.
Sin importar los problemas, Mario David sigue cuidando de la radio y no piensa rendirse nunca.
Tenía 13 años cuando su padre se suicidó. Ninguno de sus hermanos quiso hacerse cargo de la Radio, por lo tanto, él y su madre, sacaron la estación adelante.
A los 15, comienza su carrera como disc jockey en la estación, cuando uno de los locutores de la radio juvenil 9-80, iniciada en 1961, le dijo: “Mira vos, me voy a ir al Volcán de Agua el sábado, entonces no voy a poder venir el domingo. ¿Por qué no me sacas mi turno?”
“Me gustó tanto estar en ese espacio, que se lo quité”, cuenta Mario David riéndose, “obviamente le di otro el sábado por la noche, no iba a ser mala onda y quitarle el trabajo”, añade.
Desde entonces, no ha dejado de conducir programas por la estación, ni de velar por ella.
“Radio Panamericana es mi vida, desde pequeño me encantaba estar en la cabina con mi papá, él me ponía a decir la hora al aire o a escoger la música… si me diera por vencido con la estación sentiría que estoy defraudando a mis papás.”
En el lecho de muerte de su madre, hace cuatro años, le prometió que mientras él siguiera vivo, la estación también.
Magdalena Peña, Administradora de Radio Panamericana, cuenta que Mario David siempre se muestra entusiasmado, incluso si tiene la carga encima de las deudas con la empresa eléctrica, o si el conteo de la audiencia baja.
Peña, que lleva 21 años trabajando en la Radio, relata cómo ha visto la lucha que don Mario hace casi a diario.
“El cariño que le tiene a la radio, inspira a todo el personal a continuar incluso con los pocos ingresos que tenemos”.
Actualmente, la estación cuenta con 6 trabajadores.
“Su lucha ha sido desgastante. Su salud en este último año se ha visto muy afectada. Las preocupaciones por las deudas eléctricas lo internaron en el hospital a mediados del año pasado por dos semanas”.
“Don Mario es un Quijote de la radio” exclama Archila. “Lo admiro. Está luchando contra los molinos de viento económicos y no se deja vencer”.
Actualmente, Mario Paniagua, tiene 68 años y no tiene ningún sucesor. “Quizá si la radio generara ingresos mi hijos se interesarían en ella” reclama con resentimiento.
“Solo espero que Dios me dé un tiempo prudente para enorgullecer a mis padres, porque cuando me muera, Radio Panamericana también”.
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